Cuántos Satélites Hay Alrededor Del Mundo

 

Cuántos satélites hay orbitando alrededor de la Tierra Nuestro afán por mejorar nuestra calidad de vida y explorar el espacio exterior nos ha llevado a enviar miles de satélites al espacio. Pero, cuántos exactamente y qué problemáticas están generando. El resultado de la Bonoloto casi se repite dos días seguidos, ¿amaño? esto es lo que dicen las matemáticas
Si alguna vez te has planteado cuántos satélites orbitan alrededor de la Tierra, debes saber que en estimaciones de la Unión de Científicos Conscientes (Union of Concerned Scientists, UCS), existen actualmente más de 5.465 satélites en la órbita terrestre. Si hablamos de previsiones, hablar de SpaceX resulta inevitable. La empresa espacial de Elon Musk envía una media de un satélite al mes, dentro de su proyecto Starlink, que tiene por objetivo hacer llegar internet a todos los rincones de la Tierra. Ya son 600 los satélites que SpaceX ha enviado a la órbita terrestre, y podemos esperar que siga enviando muchos más.
De igual modo, Amazon planea seguir los pasos de SpaceX, y se unirá a la carrera del internet satelital. Su proyecto Kuiper, persigue el mismo objetivo que el proyecto Starlink. Para conseguir su propósito, Jeff Bezos planea poner en órbita no menos de 3.000 satélites. Con ello, esperan abarcar una cobertura planetaria total, poniendo especial énfasis en aquellos lugares donde internet aún no ha llegado. La empresa de consultoría Euroconsult proporciona otro de los informes más relevantes sobre el envío de nuevos satélites. Predicen el envío de unos 1.700 satélites por año hasta 2030. Añaden que, el aumento en el envío de satélites se debe a los avances tecnológicos que han hecho posible reducir su tamaño, a la vez que se ha aumentado su capacidad y versatilidad. Algo que debería parecernos muy positivo, pero que para muchos expertos se está convirtiendo en muy inquietante. No son pocas las voces que advierten de los riesgos de esta facilidad, que provoca el aumento en el número de satélites orbitando la Tierra. Cuanto más pequeños se vuelven los satélites, más fácil es construirlos y lanzarlos. Todo esto puede sonar como algo bueno, pero para algunos de los expertos, es preocupante. No son pocas las voces de altos cargos de los diferentes ejércitos del aire que alertan de los riesgos inminentes de colisión entre satélites en la órbita terrestre. Pues, si bien el espacio podría parecernos en principio infinito, la órbita de nuestro planeta no. Este riesgo de colisión entre satélites pone en riesgo elementos cruciales para la civilización humana, como es el control de la navegación, del espacio aéreo, la previsión de catástrofes medioambientales y, por supuesto, la propia integridad física de los astronautas destacados en la Estación Espacial Internacional. Todo ello podría generar un cataclismo diplomático, político y financiero. Gestión de satélites en órbita: un punto esencial Siguiendo con el riesgo de colisión entre satélites, y el aumento creciente de basura espacial, es necesario abordar el debate sobre la gestión del tráfico espacial; algo que se ha vuelto crucial para todos los gobiernos, especialmente para el de Estados Unidos y su Departamento de Defensa. No obstante, el aumento en el número de satélites en órbita, ha provocado que ya no se aborde el tema del tráfico espacial como un elemento exclusivo de los ministerios y departamentos de defensa, sino que ahora también se ha convertido en una cuestión comercial, cambiando toda la lógica que se venía aplicando hasta ahora.
Escombros satelitales en órbita Cuando nos referimos a los satélites que orbitan la Tierra ahora mismo, nos referimos tan solo al número de satélites activos en órbita. Existen miles de satélites inactivos o perdidos, sobrevolando la órbita terrestre, en secreto. Al mismo tiempo, no podemos olvidar la Estación Espacial Internacional, o el propio Telescopio Espacial Hubble, todos ellos en riesgo. En el espacio flotan ahora mismo partes de cohetes utilizados en lanzamientos o incluso los propios tornillos y tuercas que van dejando los astronautas. Mención aparte merecen los millones de objetos más pequeños, muy complicados de rastrear, como restos de pintura o trozos de plástico. En diferentes estudios de la ESA, se ha calculado que el número aproximado de objetos espaciales, con un tamaño superior a 10cm es de 170.699.000. Objetos todos que podrían dañar gravemente una nave espacial, la Estación Espacial Internacional, o colisionar y fragmentar un satélite de grandes dimensiones. La lluvia de restos espaciales no sería tan impactante como la que podría suponer un asteroide, cometa o meteorito, pero sí que sería catastrófico. La última gran colisión entre satélites ocurrió en el año 2009, cuando un satélite ruso inactivo, el Cosmos 2251, colisionó contra el Iridium 33, un satélite activo que operaba sobre la zona geográfica de Siberia. El choque ocasionó la lluvia de inmensas cantidades de escombros a otras órbitas más altas y más bajas.
Por Juan Pablo Longobardo en Ciencia 8 minutos de lectura Coste de una colisión de satélites La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha advertido abiertamente en diversas publicaciones, de los riesgos físicos, financieros y sociales que conllevan los peligros espaciales, en particular la basura espacial que va en aumento. Los informes de la OCDE avisan de que la colisión de satélites de grandes dimensiones podrían generar daños de cientos de millones de dólares, así como poner en peligro misiones espaciales de coste millonario. Igualmente, informan de un coste enorme para remediar toda la basura espacial, pero el coste de la inacción ante la contaminación del espacio aéreo espacial sería muy superior. Un coste que, como toda transición, debemos empezar a asumir. Al parecer, los años de enviar basura al espacio están llegando a su fin, y nos dirigimos hacia un cierto ecologismo espacial. Satélites en órbita: garantizar un espacio seguro Por último, debemos abordar la cuestión de qué países han estado llevando a cabo ensayos antisatélite a lo largo de los últimos años. No podemos olvidar que una prueba reciente, realizada por Rusia, provocó una condena efusiva de los gobiernos de EE. UU. y Reino Unido. Debemos limpiar de basura satelital la órbita terrestre, pero no de manera unilateral. Todo ello porque, la eliminación de basura espacial y la prevención de colisiones se han convertido en esenciales para la seguridad de todas las actividades espaciales. Y, dado que el espacio aéreo terrestre se ha abarrotado de satélites y artefactos, es hora de fundar una organización internacional independiente, que sea capaz de dar soluciones realistas y científicas al riesgo que suponen los miles de satélites que orbitan alrededor de la Tierra. Dejo el programa que realizamos hace pocos días con Toto de Parámetro 7, y los muchacos de Eco.

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